Esta
tradición transformó la estilización del arte medieval
en una expresión más realista del mundo.
Brueghel pintó
con todo lujo de detalle escenas de la vida cotidiana de los campesinos
holandeses y episodios de la Biblia, trasplantados a los paisajes y
ciudades del norte de Europa de su época. Se cree que nació
en la ciudad de Breda, ubicada en Brabante (hoy Holanda). Fue discípulo
de Pieter Coecke en Bruselas y trabajó durante un periodo corto
en Malines. En 1551 ingresó en el gremio de pintores de Amberes.
Viajó por Italia entre los años 1552 y 1555 y después
regresó a la ciudad belga. En 1563 se casó con la hija
de Coecke, Maria Coecke van Aelst y se trasladaron a Bruselas, donde
permaneció hasta su muerte, en septiembre de 1569. Sus dos hijos,
Pieter el Joven y Jan, fueron también reconocidos pintores.
Las
primeras obras de Brueghel son paisajes, tema que le interesó
a lo largo de toda su vida. La serie de dibujos paisajísticos
realizados durante su viaje por Italia, como los que se conservan en
Berlín (1552, Staatliche Museen) y en Londres (1553, Museo Británico),
demuestran la capacidad del pintor, incluso al comienzo de su carrera
artística, para captar la esencia de las diferentes estaciones
y las cualidades climáticas de la naturaleza.
Estas mismas características
se manifiestan en paisajes posteriores, como Cazadores en la nieve (1565,
Kunsthistorisches Museum, Viena) y Urracas en la horca (1568, Hessiches
Landesmuseum, Darmstadt, Alemania). Después de instalarse en
Amberes, a su regreso de Italia en 1555, se dedicó a hacer grabados
que luego publicó la casa impresora del artista gráfico
Hieronymus Cock. Algunos de los dibujos que realizó para Cock
eran paisajes, pero otros pretendían claramente sacar provecho
de la popularidad de la que gozaba el singular arte de Hieronymus Bosch
(El Bosco), pintor flamenco anterior a Brueghel. Dentro de esta categoría
entran las figuras monstruosas y fantásticas, así como
los enanos demoníacos de la serie de grabados Los siete pecados
capitales (1557).
A finales de la década de 1550 inició
una serie de grandes paneles pintados con complejas composiciones que
representaban diferentes aspectos de la vida rural flamenca. El primero
fue una representación enciclopédica de dichos populares,
Proverbios flamencos (1559, Staatliche Museen, Berlín); le siguieron
El combate entre carnaval y cuaresma (1559) y Juegos infantiles (1560,
ambos en el Kunsthistorisches Museum, Viena). Todos ellos se caracterizan
por la gran capacidad de observación de la naturaleza humana,
el ingenio omnipresente y la vitalidad de los campesinos.
Entre los
últimos ejemplos de temas campesinos se incluyen La Kermesse
y El banquete de boda (ambos de 1566-c. 1568, Kunsthistorisches Museum,
Viena). En 1565 Brueghel completó un grupo de obras que representaban
paisajes y actividades humanas a través de las estaciones. Sólo
se han conservado cinco y la más conocida es Cazadores en la
nieve (Kunsthistorisches Museum, Viena). De esta época es también
El triunfo de la muerte (c. 1562, Museo del Prado, Madrid). Los expertos
actuales distan mucho de considerar simple el arte de Brueghel, de ver
su obra como una serie de campesinos pintados por un artista de familia
campesina, tal y como lo describió su biógrafo, el pintor
e historiador de arte Karel van Mander, en 1604. Hoy se le considera
hombre de gran cultura y amigo de intelectuales de la talla del geógrafo
Abraham Ortelius.
Sus obras se han interpretado de diferentes maneras,
como referente de las ideas de diversos pensadores religiosos, de los
conflictos entre catolicismo y protestantismo, de la dominación
de los Países Bajos por parte de los españoles y como
equivalentes visuales de alegorías dramáticas representadas
en público por sociedades retóricas flamencas. Fue muy
famoso en vida y su influencia sobre la pintura flamenca posterior fue
inmensa. © eMe
ver DIBUJOS
ver Proverbios Flamencos
http://www.epdlp.com/bruegel.html