LA EPICA INDIA: EL MAHABHARATA por Carmen Dragonetti y Fernando Tola*
Violencia y Budismo
La humanidad ha convivido y convive con la violencia en sus más diversas formas. La violencia parece constituir un elemento permanente y característico de las sociedades humanas, una fatalidad de la condición humana, una dimensión ineludible del hombre.
No debe por tal razón llamar la atención que en general toda cultura ostente como uno de sus mayores logros literarios algún poema épico que describe con complacencia hechosde violencia que redundaron en destrucción y muerte, como por ejemplo la Ilíada enGrecia la Canción de Rolando en Francia, el Poema del Mio Cid, en España, la Canciónde los Nibelungos, en Alemania, el Mahbhárata en la India.
La épica convierte el hecho violento en motivo de orgullo, en fuente de gloria, en modelo de acción.
El lector del libro épico a su vez adhiere al hecho violento, se siente solidario con los protagonistas vencedores que lo llevaron a cabo, se entusiasma por su magnitud y por sus resultados, impulsado por vínculos raciales, culturales, religiosos, sociales, políticos, que lo unen con esos protagonistas, o seducido por los aspectos, que podríamos llamar positivos, que se manifiestan también junto al hecho violento, como las cualidades de coraje, valor, resistencia, arrojo, astucia, sapiencia militar, eficiencia en la acción, éxito, y que, cubriendo toda la escena, relegan a la sombra la miseria, sordidez, crueldad, sufrimiento, destrucción y muerte que ese hecho comportó.
Podemos entonces decir que esencia de la Épica es la violencia y, por otro lado, esenciadel Budismo es la no-violencia, el decidido rechazo de la misma.
Nada pues más alejado del Budismo que la Épica. Sin embargo, aunque nos parezca sorprendente, el Budismo y la épica India se encuentran en un terreno común.
La épica india, representada por el Mahbhárata, nos ofrece una visión muy especial de la violencia —visión que implica una actitud crítica frente a ella y al mismo tiempo su rechazo.
Descubrimos en el Mahbhárata un intento de superar la violencia. En el Mahbhárata la violencia es el patrimonio del guerrero dentro de la organización jerárquica de las castas propia de la India, es su deber, su Dharma.
Pero no se trata de un deber impuesto por los hombres, sino de un Dharma eterno y absoluto por encima de la voluntad del hombre y que a éste se le impone como la manifestación del Orden Universal.
El guerrero tiene que llevar a cabo su obra de destrucción y muerte, porque ese es su Dharma, su deber propio al cual debe someterse.
La violencia queda así constituida como un elemento integrante del sistema moral. Peroese mismo orden Cósmico le impone al guerrero violento y destructor otro deberigualmente ineludible: prescindir de la preocupación o del deseo por los frutos que suacción violenta le pueda producir.
Debe cumplir su deber por el deber mismo. La codicia, la ambición y otros sentimientos negativos y centrados en lo personal deben estar ausentes de él, no deben teñir suconducta que tiene que ser una manifestación pura e íntegra del Deber. Y este es elnúcleo de la enseñanza de ese libro sublime que es el Bhagavad Git, que en el segundo video es resumida en el diálogo pausado y solemne entre Krishna y Arjuna, que precede a la feroz batalla, ante la mirada expectante y sorprendida de los guerreros ansiosos por iniciar su obra de destrucción y muerte.
El Mahbhárata, dedicado a exaltar la violencia de los héroes cuyas hazañas narra, está por otra parte impregnado de la conciencia, del sentimiento de la futilidad e inutilidad de la violencia. Después de largas descripciones de actos heroicos, de sentimientos sublimes por parte de los guerreros que toman parte en la gran batalla, después del terrible sufrimiento y dolor que la guerra trae consigo, las escenas finales nos describen la extinción total de una raza que sólo logrará perdurar gracias a un niño aún no nacido que es salvado por azar del horror de la guerra.
Todo el esfuerzo heroico que describe así el desemboca en la constatación de que la violencia nada bueno ni bello ha dejado tras de sí y de que ha sido inútil todo lo que en aras de ella se ha llevado a cabo con inaudita energía e indecible dolor. Y en este punto confluyen, como dijimos, las dos grandes tradiciones de la India Antigua, la cultura hindú representada por el Mahbhárata y el Budismo que erige como norma suprema el ideal de la ahimsá, la no-violencia.
*Carmen Dragonetti (nacida en Argentina,1937) y Fernando Tola (nacido en Perú,1915) son los más prestigiosos indólogos del mundo de habla española siendo los dos investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina. Son Presidenta y Vice-Presidente, respectivamente, de la Fundación Instituto de Estudios Budistas (FIEB).
Ambos han sido profesores en universidades de Perú y Argentina. Dedicados a la Indología y al estudio del Budismo, han publicado un gran número de libros y artículos en español y en inglés, que contienen traducciones altamente confiables de textos sánscritos, palis, chinos y/o tibetanos, tales como las versiones insuperables de Tola del Gita Govinda y de la Bhagavad Gita, y de Dragonetti del Dhammpada, que son notables por su belleza y claridad - una de las cualidades más relevantes de estos autores como escritores.
Otras traducciones de los mismos autores incluyen Cinco Sutras del Mahayana, también publicado por Primorida Media, el Udana y El sutra de los infinitos significados - wu liang i ching .
Revista de Artes Nº 12
Enero / Febrero 2009 Buenos Aires - Argentina
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