PASADO Y PRESENTE PRECOLOMBINO

Así, quedó sellada la suerte de los monumentos incaicos: no hubo indagaciones acerca de su simbolismo, ni de su función en la sociedad. El sentido final que tenían nos estará vedado para siempre."

Desde Tijuana, México, a Tierra del Fuego, Argentina, países todos, que están en iguales o peores condiciones que nosotros, por lo que urge la unión a través de un proyecto cultural, político y económico que revalorice lo que somos, lo que tenemos, para decir AQUÍ ESTAMOS, EXISTIMOS, tenemos nuestro propio proyecto y no tenemos que revalidarlo ni someterlo a la aprobación de los poderes económicos dominantes.

No cometamos el mismo error histórico de nuestros antepasados que esperaban que algún día un dios blanco llegara a estas tierras para redimirlos. Hoy nadie hará lo que debemos hacer por nosotros. Esta reflexión intenta aproximarse a un equilibrio, especialmente, en el ámbito de la educación.

Espacio de poder y de conocimiento de una sociedad que pretende crecer con amplitud dentro de la singularidad del ser integrado al mundo. "Pinta tu aldea y pintarás el mundo", no es una frase carente de significado. Es todo lo contrario, descarga todo su peso en la profundidad del Ser y su entorno. Creo que todavía estamos lejos de subrayar con mayúsculas y en igualdad de condiciones nuestra posición en el mundo porque los enemigos más duros del cambio somos nosotros mismos y en la educación es donde hay que poner el mayor esfuerzo. El aporte ya hecho por el arte precolombino a la cultura universal, aunque no lo veamos, está y existe, y es un acto educativo también. Algunas letras, con mayúsculas, se inscribieron en lo más alto de la cultura mundial, Mayas, Aztecas, Incas, Tiawanacotas -e indudablemente influenciaron en el arte contemporáneo mundial. Artistas como Piet Mondrian, Henri Moore, Torres García, Malevich, Albers, son claros exponentes.

Hombre Venado Cautivo, Estilo Mochica III. - Lima Peru - Colección Rafael Larco Hoyle

"Aristipo, filósofo socrático, arrojado por un naufragio a las playas de Rodas, al descubrir allí ciertos dibujos de formas geométricas lanzó una exclamación y dijo a sus compañeros: "tengamos buena esperanza, pues veo aquí rastros del hombre"-, y añade Torres García -"Por esto podría decir que para tal primitivo, pensar es geometrizar". Estos valores relevantes nos deben motivar para ver con ojos nuevos y penetrantes nuestro entorno. No sólo nuestro presente, sino también nuestro pasado, porque como dice Octavio Paz: "El arte sobrevive a la sociedades que lo crean. Es la cresta visible de ese iceberg que es cada civilización hundida". Recuperar al arte precolombino, con sus valores y sus debilidades, será digno de fortaleza y seguridad de nuestros tiempos pasados porque si no, estaremos permitiendo que se cometa un nuevo genocidio, en el que nosotros seremos cómplices necesarios de la destrucción y muerte de nuestra América. Nos toca muy de cerca porque ocurrió así alguna otra vez en el norte argentino.

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