La percusionista más importante del planeta es sorda.
Luchadora incansable, amplifica los criterios de experiencia y enseñanza musical introduciendo y jerarquizando la "escucha corporal".
En esta demostración, la percusionista Evelyn Glennie guía a la audiencia a través de una exploración de la música no como meras notas en una página, sino como una expresión de la experiencia humana. Jugando con la sensibilidad y los matices apoyados por un entendimiento profundo del alma y la conexión a la música, habla de una música que es más que ondas de sonido percibido por el oído humano. Ella muestra una imagen más rica que comienza al escucharse a sí mismo, e incluye la emoción y la intención, así como el complejo papel de los espacios físicos - de instrumentos, sala de conciertos e incluso los huesos y las cavidades del cuerpo del músico y el oyente por igual.
Evelyn se acercó a la percusión a los 12 años,momento en que, como secuela de paperas, comenzó a perder la audición.
Esto no ha sido óbice para obtener 15 doctorados de diversas universidades, un Grammy en 1989 y compartir escenarios con personalidades como Nana Vasoncelos, Kodo, Gbela Fleck, Bjork, Sting, Kings Singers o Fred Drith, por citar algunos.
En promedio, ofrece 100 conciertos al año, además de clases maestras y de sus actuaciones en escuelas de música. También
dedica tiempo para la composición de obras musicales, para el diseño de joyas y, sobre todo, para apoyar a los discapacitados a través de varias fundaciones sin ánimo de lucro.
En 2004, Glennie se unió al prestigioso cineasta Thomas Riedelsheimer para crear el filmeTouch the Sound. A Sound Journey with Evelyn Glennie, en el que a través de juegos de imágenes y sesiones musicales, que van de la improvisación en un restaurante con latas y palitos chinos a una sesión de grabación con el músico vanguardista Fred Frith, pretende cambiar nuestra manera de ver -más bien de sentir- el sonido.
En Touch The Sound, el documental, la percusionista complementa: "El silencio es probablemente uno de los sonidos más fuertes y pesados que alguien podría experimentar. Al fin de cuentas sabemos que hay un sonido en todo lo que vemos. Eso lo sabemos. Es solo que no tenemos la sensibilidad de oír lo que está pasando a nuestro alrededor".
“La sordera no quiere decir queno podéis escuchar, sino que algo en tus oídos funciona mal. Incluso alguien totalmente sordo puede escuchar/sentir sonidos” escribe en su "Ensayo sobre la audición".
Dicen los que han estado encerrados en una cámara acústica, aislada de todo, que percibir el silencio absoluto es un imposible, pues siempre estará ahí el tictac del corazón. La filosofía zen explica que el silencio no es la ausencia de sonido, sino la pérdida de atención. "El silencio no es acústico, es un cambio de mentalidad, un punto de vuelta", dice el budismo.