Nacido en Tokio, en 1957, cursa la carrera de Arquitectura en la Sci-Arc (Southern California Institute of Architecture) de California y obtiene el grado en la Cooper Union School of Architecture, de Nueva York, en 1984.
Al año siguiente monta su propio despacho en Tokio y casi inmediatamente empieza a experimentar con materiales que nunca antes habían sido usados para construir. “Cada vez que inventamos un nuevo material o un nuevo sistema estructural, también una nueva arquitectura emerge de esto”, dice Ban2.
La oportunidad de mostrar al mundo que se puede construir con materiales ligeros y baratos llega en 1995, cuando, como respuesta al terremoto ocurrido en Kobe, Japón, Ban construye una serie de viviendas de emergencia y, más adelante, una iglesia, con un singular material: tubos de cartón.
Este par de proyectos, sencillos y económicos, fáciles de montar y desmontar, reutilizables, ecológicos, con uso de materiales de fácil disposición y sin requerimientos tecnológicos, se vuelven el inicio de una serie de trabajos humanitarios que lo llevaron a ser asesor para la ONU en el Alto Comisionado para los Refugiados (UNHRC) de 1995 a 1999, donde desarrolla vivienda, instalaciones de primeros auxilios, escuelas y hasta templos de oración.
Sus proyectos han estado presentes en desastres como los terremotos de Japón (1995), Turquía (2000), India (2001) y China (2008) ó el conflicto racial de Rwanda en 1994. En la actualidad se encuentra trabajando en refugios para la gente de Haití.
Para Ban, el hecho de que la estética y la belleza sean factores atendidos aún en estas dramáticas condiciones, es esencial para el estado psicológico de los refugiados. Hablando de arquitectura y migración dice: “Incluso en las áreas de desastre, como arquitecto, quiero crear edificios bellos, para mudar a la gente y mejorar sus vidas.
Si no lo sintiera de esa manera no sería posible crear trabajos de arquitectura y hacer una contribución a la sociedad al mismo tiempo”3. Cuando se trata el tema insiste en la ambigüedad entre el “moverse” emocionalmente de un lugar a otro, y el simplemente “moverse”.
A partir de ese momento han sido aplicados en diversos trabajos, pasando por casas, iglesias, librerías particulares, pabellones, incluso un puente, construido en un curso de verano que impartió en el sur de Francia en el 2007.
Ban ha llevado el uso de los tubos de cartón también al campo del diseño industrial, lanzando en 1998 una línea para la reconocida firma italianaCappellini, consistente en una silla, banco, tumbona y biombo.
La innovación, la audacia, la sensibilidad estética y el aprovechamiento de los recursos materiales y económicos a su alcance, han hecho de Shigeru Ban una de las figuras líderes de la arquitectura del siglo XXI.
Fuente:
codigodiez.mx |