Akira Kurosawa, un gran director cinematográfico admirado por muchos de nosotros, ya tendría más de cien años. Nació en Japón en 1910 y murió a los 88 años, después de regalarnos películas inolvidables que, seguramente, todos hemos visto más de una vez.
El origen familiar de Akira, que provenía de una antigua familia samurai -una casta guerrera con estrictos códigos éticos y de honor- seguramente tuvo mucha influencia en su filmografía. Su padre era director de un instituto del ejército japonés.En la obra de Korosawa siempre estuvieron muy presentes las tradiciones japonesas, a través de las leyendas medievales y la influencia del teatro Noh. Fue un apasionado de la literatura, la pintura y el cine. Comenzó con la pintura, pero evidentemente no bastaban las imágenes, dejó lo estático, les imprimió movimiento, hizo cine. También están presentes en sus películas autores como Esquilo, Shakespeare, Tolstoi y otros.
En la década de los ’70, las productoras cinematográficas eran renuentes a invertir mucho dinero en las películas, Kurosawa no se resignaba a dejar de filmar, de modo que volvió a la pintura y con esas imágenes a cuestas, volvió buscando el modo de entusiasmarlos, permitiéndoles que visualizaran los proyectos que tenía para ofrecer. Realizó personalmente los storyboards de sus últimas películas y es lo que se ha mostrado en la exposición que acaba de culminar en Bilbao.
En sus imágenes, la iconografía oriental se entrecruza con reminiscencias de artistas de las vanguardias europeas de comienzos del siglo XX , muy admirados por Kurosawa, entre ellos Van Gogh, Renoir, Cézanne y Chagall.
En la muestra se incluyen las imágenes pictóricas de las últimas 6 realizaciones: Kagemusha, La Sombra del Guerrero (1980), Ran (1985), Los Sueños de Akira Kurosawa (1990), Rapsodia en Agosto (1991), Madadayo (1992) y El Mar que nos Mira (2002) -dirigida por Ken Kumai y basada en un guión de Kurosawa escrito en 1993 que él mismo no pudo dirigir debido a su fallecimiento-, junto a la proyección de fragmentos seleccionados de estas películas.
En Sueños incluye un capítulo - El Fujiyama en rojo- en el que hace una descarnada denuncia contra las centrales nucleares y el peligro que entrañan para los habitantes del país y del planeta. Kurosawa ya no está y el peligro acaba de hacerse tragedia.
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Presten especial atención a este storyboard y al video de El Fujiyama en Rojo del filme Yume (Sueños) 1990 porque en estos días se ha producido el desastre que la escena describe en la denuncia por la defensa del planeta y de la vida que Kurosawa hacía hace 11 años.
Fuentes:
www.lahornacina.com
Imágenes: Kurosawa Production Inc. Bajo licencia Exclusiva de HoriPro Inc.
© Revista de Artes
Buenos Aires - Argentina
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