“El Otro Amanecer” es una obra para flauta traversa y guitarra, que obtuvo el Primer Premio del Concurso Internacional de Composición
Musical YAGE-AUSTRIA de Salzburgo en 2004 y fue estrenada
en dicha ciudad el 15 de febrero de 2005.
“El otro amanecer” se manifiesta como una síncresis en donde múltiples ejes se entrecruzan en búsqueda de una unidad expresiva sustentada por un lenguaje de resignificación nutrido de una dialéctica de contrastes.
Civilizaciones ancestrales latinoamericanas contra modernidad globalizada; cantos propiciatorios contra instrumentos “sofisticados” de tradición europea; expresiones rituales contra música de concierto; emisiones naturales y espontáneas contra técnicas instrumentales refinadas y “extendidas” configuran un universo que se pretende original pero también reinventado a modo de una lenta destilación de diversos fermentos de variado origen.
La obra se desarrolla fundamentalmente a partir de dos cantos tomados del trabajo “Síntesis de la Etnomúsica en América Latina” de Isabel ARETZ editado por Monte Ávila Editores y el Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore, C.A. 1980, VENEZUELA, correspondiendo a .la Parte II de dicho trabajo : “La música Prehispánica “.
El primero de ellos es un canto instrumental de Trutruka Eluon, instrumento característico de la comunidad Mapuche ubicada en el sur de Argentina y Chile , realizado con un largo tallo de colihue forrado con tripa, con un cuerno vacuno en el extremo inferior para amplificar el sonido, y utilizado en diferentes ocasiones, sea para la trilla, para el Nguillatún (gran festividad de rogatoria colectiva) o en ceremonias fúnebres, tomado en Dollinco, Chile en l942 por I. Aretz.
El segundo es un canto vocal y pertenece a los Coras, habitantes originarios del macizo montañoso Sierra de Nayarit, continuación de la Sierra Madre, México, formando parte de la familia Nahuatlana cuya recopilación estuvo a cargo de Arturo Chamorro en 1952. El mismo es un canto de cosecha y suele ir acompañado por un ostinato del arco musical.
Las técnicas compositivas reflejan una síntesis entre los mundos citados anteriormente fusionándose diversos procedimientos del “preconsciente” (corpus de reflejos culturales aprehendidos a lo largo de nuestras vidas) con matrices generadoras o elaborativas de cada uno de estos cantos, entre ellos y a saber:
- Células o diseños rítmico-melódicos repetitivos.
- Formantes interválicas características.
- Ornamentaciones representativas de las prácticas correspondientes, como glissandi, apoyaturas múltiples, trinos y mordentes de diferente índole.
- Matices dinámicos con reguladores de gran intensidad.
- Repetición insistente sobre notas o emisiones de jerarquías primaria.
- Utilización de modos melódicos de alturas afines a cada uno de estos cantos.
Finalmente, quiero plasmar en esta obra la simbolización de un latinoamericanismo propio que no resigne modernidad ni universalidad pero que tampoco ignore ni olvide las culturas ancestrales que de forma taxativa e indudable definen esta identidad.
Fernando Maglia