Michel Corboz
David Ghelman
Comentar experiencias en las que el sentimiento cubre las ideas hasta hacerlas desaparecer, no es fácil. Menos aún cuando uno es sólo espectador-partícipe de un fenómeno tan especial como es ver dirigir a una orquesta sinfónica, oír cómo el director conduce a los privilegiados músicos que la integran, y permitir que nos lleven a sentir la inmensidad sonora gestada por un compositor. Hermosa y profunda conjunción. Tuve ese privilegio y quizás guarde, definitivamente, en algún rincón de mi ser, un espacio de gratitud a Michel Corboz, a los integrantes de la Orquesta Sinfónica del Teatro Colon y su Coro, y a los Solistas.
Recuerdo el momento en que Corboz aparecía desde un costado del escenario rumbo a la tarima donde iba a compartir con todos su sensibilidad de director e interprete del espíritu, dirigiendo un género tan especial como la denominada música sacra, a la que, por lo general, uno accede en momentos personales muy especiales.
El maestro Corboz logra que oyentes e intérpretes se sumerjan en ese “momento personal muy especial”. El resultado es, simplemente, bello. Y cómo poder evaluarlo en un teatro lleno? Quizás por un detalle simple, (¿simple?) La tardanza en el inicio de un aplauso, que se va encendiendo y generalizando progresivamente hasta parecer que no tiene fin… Esto fue lo que nos ocurrió a todos los que estábamos cómodamente sentados en el Teatro Colón aquella noche única, gracias a Corboz, los intérpretes y Haydn.
Lamento no tener la grabación de aquel concierto para compartirla con el lector. No obstante, elegí en esta ocasión compartir fragmentos del Stabat Mater de Joseph Haydn, en la que Michel Corboz dirige a integrantes de la Orchestre de Chambre de Lausanne y al Ensemble Vocal de Lausanne, con solistas vocales impresionantes: Philippe Huttenlocher (bajo) Martín Hill (tenor), Sheila Armstrong (soprano) Ann Murray (alto). La grabación: Erato 2292-45181-2 - Ediciones Costallat, 1983.
Michel Corboz, quizás imaginando la sonrisa de Haydn
mientras
dirigía en un ensayo de su Stabat Mater…
Martín Hill (tenor)
Stabat mater dolorosa (Inicio, tenor, coro)
Ann Murray (alto)
O quam tristis (alto)
Sheila Armstrong (soprano)
Quis non posset
Philippe Huttenlocher (bajo)
Pro peccatis suae gentis
Ensemble Vocal de Lausanne (Coro)
Qui est homo
Franz Joseph Haydn (austríaco, 1732 - 1809)
Michel Corboz - Biografía:
Nacido en Marsens, Suiza, en 1934, estudió composición y canto solista, dedicándose finalmente a la dirección orquestal. Su formación y su vocación motivan que se dedique fundamentalmente a las obras inspiradas por ella: coros y una capella, cantatas y oratorios.
Después de haber trabajado varios años a raíz de la música moderna y el renacimiento, de prolongadas asistieron a Monteverdi, Vivaldi, Bach, Michel Corboz convertido con la felicidad de los grandes oratorios tradicional y romántico.
Luego de trabajar muchos años en el surco de la música a capella contemporánea y del renacimiento, frecuentando particularmente a Monteverdi, Vivaldi y Bach, Corboz se inclinó hacia los grandes oratorios clásicos y románticos. Se deben a él numerosas grabaciones como el "Vespro" y "L Orfeo" de Monteverdi, que le valieron en 1964 una inmediata repercusión. Este director suizo estudió canto solista y composición en la Ecole Normale de Fribourg, Suiza. Pero interesado en la dirección se dedicó rápidamente a ella. En 1953 se convirtió en director de música religiosa en Lausanne. Su conocimiento y amor por la voz le llevó a dirigir obras inspiradas por eso: coros a capella, cantatas y oratorios.
Después de haber trabajado varios años en la promoción de la música moderna y de las extensas piezas de Monteverdi, Vivaldi y Bach, volvió su mirada a los grandes oratorios románticos y tradicionales.
Corboz fundó en 1961 al Ensemble Vocal de Lausanne, un grupo de selectos cantantes que, acompañados por un conjunto instrumental, ofreció numerosas interpretaciones de música barroca vocal y orquestal. Las distinciones y las felicitaciones de la prensa por sus grabaciones de las Vísperas y Orfeo de Monteverdi, entre 1965 y 1966, marcan el inicio de su carrera internacional. Desde 1969 es el director titular del Coro Gulbenkian de Lisboa con el cual explora el repertorio sinfónico.
Ambas agrupaciones se relacionan estrechamente durante su carrera profesional y colaboran en más de cien grabaciones. Desde 1976 enseña dirección de música coral en el Conservatorio de Ginebra. Las mejores versiones de Corboz se encuentran en el repertorio de concierto para coros, solistas y orquesta. Entre sus grabaciones más significativas están las Pasiones y la Misa en si menor de Bach, la Misa en do menor y el Réquiem de Mozart, Elias y Paulus de Mendelssohn, la Misa de Puccini, los Requiems de Brahms, Verdi, Fauré y Duruflé.
Su catálogo de discos también incluye obras de los compositores suizos Frank Martín y Arthur Honegger. Corboz recibió el premio de la crítica en la época de sus dos últimas visitas a Argentina, 1995 y 1996.
La República Francesa le otorgó el título de Commandeur de l’Ordre des Arts et des Lettres. Fue honrado con la Orden del Infante Don Enrique por el presidente de Portugal en 1999. El gran premio de la ciudad de Lausanne se le otorgó en 1990. Además de su actividad al frente del Ensemble Vocal de Lausanne y el Coro de la Fundación Gulbenkian, Corboz, realiza una carrera como director invitado, siempre fiel desde luego al repertorio para coro, orquesta y solistas.
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FUENTES:
http://www.hagaselamusica.com/interpretes/directores/michel-corboz/
Imágenes:
Pere Porta Concerts http://www.pereportaconcerts.com/pags/bios/AnnMurray.htm
www.bach-cantatas.com
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/21/Haydn_portrait_by_Thomas_Hardy.jpg