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cine y gastronomía
Buenos Aires - Argentina Año XI - Nº 46 -
Sept./Oct. 2014
LA FIESTA DE BABETTE - El menú - La receta de Blinis - La película
La fiesta de Babette, -en danés Babettes gæstebud- es una película danesa de 1987 escrita y dirigida por Gabriel
Axel. Está basada en un relato de Isak Dinesen (Karen Blixen), escritora de Memorias de África. Producida
por Just Betzer, Bo Christensen y Benni Korzen con fondos del Instituto del Cine de Dinamarca, fue la primera película danesa basada en una historia de Blixen y la primera de esa nacionalidad en ganar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Transcurre en el siglo XIX, en una remota aldea de Dinamarca, dominada por el puritanismo, donde dos hermanas
ancianas que han permanecido solteras, recuerdan con nostalgia su lejana juventud y la rígida educación que las
obligó a renunciar a la felicidad. La aparición de Babette, que llega desde París, huyendo del Terror, cambiará sus
vidas.
La recién llegada tendrá pronto ocasión de corresponder a la bondad y al calor con que fue acogida. Un premio de lotería le permite organizar una opulenta cena con los mejores platos y vinos de la gastronomía francesa.
Todos los vecinos aceptan la invitación, pero se ponen previamente de acuerdo para no dar muestras de una satisfacción que sería pecaminosa. Sin embargo, poco a poco, en un ceremonial intenso y emotivo, van cediendo a los placeres de la cocina francesa.
El amor es dado por la cocinera, por la gran chef del Café Anglais en París, refugiada en casa de estas puritanas. Lo que ella entrega, amor, generosidad y dedicación, en la preparación de la cena, es en realidad un homenaje al Arte de la Cocina que ella, como artista que es, ofrece y consagrada.
Uno de los personajes y principal comensal, el General Lowenhielm, es la referencia que nos da la autora acerca de la información de lo que allí se está comiendo, de su importancia, valor y calidad artística.
En el pasaje más descriptivo, a este efecto, la escritora pone en boca de él:
El general Loewenhielm dejó de comer y se quedó inmóvil. Una vez más se sintió transportado a aquella cena en París, cuyo recuerdo le había venido a la memoria en el trineo. En ella habían servido un plato increíblemente suculento y recherché; en aquella ocasión le había preguntado el nombre a su vecino, el coronel Galliffet, y el coronel le había dicho sonriente que se llamaba cailles en sarcophague. Le había dicho además que el plato lo había inventado el chef del mismo café en el que estaban cenando, persona conocida en todo París como el genio culinario más grande de su tiempo, que –sorprendentemente- ¡era una mujer! “Y en efecto”, había dicho el coronel Galliffet, “esta mujer está convirtiendo una cena en el Café Anglais en una especie de aventura amorosa..., ¡en una aventura sentimental de esa noble y romántica categoría en la que uno ya no distingue entre el apetito corporal o espiritual y la saciedad! Antes de ahora, he sostenido un duelo por una hermosa dama. ¡Por ninguna otra en todo París, mi querido amigo, habría derramado más gustosamente mi sangre!”
Los que saben comer y vivir reconocen cuando están frente a una obra de Arte.
La Cena Francesa de Babette
Entrada de Sopa de Tortuga, acompaniada por vino Jerez, o amontillado.
Blinis Demidoff con caviar y crema agria, acompañados por champagne.
Ensaladas frescas.
Codornices en sarcófago de hojaldre, rellenas con foie gras, con salsa de trufas, acompañados con vino tinto de la zona de Borgoña.
Frutas variadas y frescas.
Quesos franceses varios acompañados de oporto.
Postre Baba al Rhum con higos frescos.
Aguardiente de orujo, de bajativo.
Café.
Las ensaladas entre los Blinis y las codornices sirven para refrescar el paladar. Así como las frutas, antes de los quesos y luego de las aves. Luego de los quesos, fuertes en algunos casos, el postre se deleita con esplendor.
Este es el orden de aquella cena francesa y según las normas de la Alta Cocina de la época, finales del siglo XIX.
La sopa de Tortuga, inmensa en la película, está prohibida en algunos países, aunque algunos todavía conservan este platillo hecho con una especie de tortuga en particular (3). En honor a la sinceridad y contrariando ciertos gustos de esta exquisitez, yo no me atrevería a tomarla.
Pero me detendré en los Blinis, a los que considero superlativos. Esta especie de panecillos delicados y suaves, cocinados en sartén con manteca y de origen ruso.
Como hacer los Blinis
Ingredientes
160 g de Harina.
15 g de levadura.
2 huevos
230 g de leche.
200 g de crema para montar.
Sal a gusto.
Templar la leche y agregarle la levadura. Dejar esponjar o levar.
Montar las dos claras a punto nieve. Montar la crema, a la que se le habrán agregado las dos yemas.
Agregar la harina a la leche con levadura, que estuvo en reposo y la crema con las yemas. Por último, y con delicadeza, agregar, sin batir, las claras a nieve. Dejar reposar unos minutos.
Si no tiene la sartén para blinis, use un aro de 10 cm de diámetro sobre una sartén de teflón.
Se fríen en manteca.
No deje que se enfríen, manténgalos tibios.
Esparza con generosidad el caviar y la crema ácida. Algunos le espolvorean cebolla cortada cruda y jugo de limón.