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Yo no estoy solo en mi cuerpo |
Cuerpos-personas múltiples entre los tobas del chaco argentino
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TOLA, Florencia. 2012. Buenos Aires. |
Biblos/Culturalia |
Florencia Tola es Dra. en Antropología (EHESS)
Investigadora Adjunta CONICET
Investigadora asociada al Centro EREA del LESC (UPO/CNRS) http://tolatoba.blogspot.com/ |
Reseña por Carolina Soler (Antropóloga, Universidad de La Plata)
Este libro aborda las concepciones del cuerpo y la persona entre los qom del Chaco argentino. Su título nos anticipa que el cuerpo será tratado como espacio colectivo de interacción. El libro tiene como virtud no desviarse de su objetivo y, capítulo tras capítulo, nos permitirá comprender las concepciones de persona como “multiplicidad” y de cuerpo como centro de agenciamiento de relaciones. Florencia Tola parte de la comparación minuciosa entre su material etnográfico y los trabajos sobre la región chaqueña realizados desde comienzos del siglo XX. El análisis comparativo no sólo incluye la etnografía local, sino que coloca a los tobas en el marco general de la etnografía de tierras bajas sudamericanas y echa luz sobre aspectos cosmológicos y ontológicos compartidos. En prefacio,Tola nos sitúa en el territorio de su trabajo etnográfico: la comunidad Mala’ lapel, en el centro de la provincia de Formosa, y Namqom, barrio periférico de la capital de esta provincia. Allí, la autora pasó en total 2 años en convivencia con distintas familias qom. El libro se estructura en dos partes.
En la primera (Persona corporizada/persona sin cuerpo) nos presenta los distintos tipos de seres, humanos y no-humanos, que constituyen la cosmología qom. Partiendo de los mitos de origen de las personas, la autora muestra que no es privilegio de los humanos la posesión de un cuerpo y vida social, sino que otros seres tienen capacidad comunicacional, intencionalidad y reflexividad. La segunda parte del libro (Conexiones corporales) está vertebrada por el ciclo vital y presenta a la persona humana en continuo proceso de corporización, desde el nacimiento hasta la muerte. El cuerpo no es concebido como unidad dada, sino constituido a través de “extensiones” de otros cuerpos que lo atraviesan y se extiende mediante prolongaciones que intervienen en otros cuerpos.
El primer capítulo aborda dos mitos. En el primero los no-humanos (en este caso, seres con interioridad humana y corporalidad animal y humana) se diferencian y adquieren las características de hombres, mujeres y animales. El segundo mito presenta un estado original en el que los hombres poseen corporalidad e interioridad humana, que algunos pierden para convertirse en animales. Sobre este telón de fondo, comenzamos a comprender las características de las personas humanas con respecto a otras entidades. El cuerpo de estos seres míticos irá mudando, como una vestimenta, y esta capacidad oscilante de las personas míticas confluirá con las nociones de persona de los propios qom.
En el capítulo siguiente se describe el mundo habitado por los no-humanos, considerados personas que actúan en un mismo plano que los humanos. La descripción atraviesa un mundo donde lo cultural no es privilegio de los hombres. Así, no-humanos comparten con humanos una interioridad, una apariencia corporal y la capacidad de sentir emociones y de intercambiar mensajes. Una cuidadosa comparación entre estos seres sirve para comprender sus espacios de interacción.
A partir del tercer capítulo se integran elementos aportados por nuevos agentes: jóvenes escolarizados, pastores agregan nuevas lecturas del pasado y el presente mítico. Se analiza la situación actual de los tobas, donde las relaciones con los blancos, por su condición de otros, se presenta como una continuidad del dispositivo relacional que los qom mantienen con los no-humanos. La transición de una ética guerrera y predadora a otra de sumisión, compasión y don son estudiadas no como reemplazo, sino como continuidad de los regímenes relacionales ya existentes.
En el capítulo siguiente se estudian las reglas y prohibiciones que rigen el comportamiento qom, presentando una ética del autocontrol, de la autonomía y de la disciplina corporal. Las relaciones de los humanos con los no-humanos (especialmente con los padres o dueños de los animales) y el rol de los chamanes como mediadores serán claves para comprender estas nociones.
El capítulo quinto aborda las teorías qom de la gestación; explica el papel de los fluidos corporales como elementos fundamentales e indisociables que darán lugar a la “persona corporizada”. Se exponen las conductas que es necesario cumplir para que el niño sea concebido y el rol del padre y la madre en dicho proceso. También se describe la menstruación femenina, la intervención de Luna —personaje mítico masculino— en las primeras reglas y las interdicciones durante este período donde el cuerpo de la mujer es considerado especialmente poroso, pudiendo contaminar y, a su vez, ser contaminado. “El cuerpo femenino, sus fluidos y el ritual de la pubertad permiten comprender cómo los qom conciben el cuerpo humano y la persona sexuada: el cuerpo es un cuerpo humano sexuado solamente por las intervenciones humanas y no humanas y por un trabajo colectivo de transformación”.
El capítulo sexto completa el panorama de la constitución de la persona corporizada con la noción de embodiment (Lambek y Strathern, 1998),aplicada no sólo a los humanos sino también a los no-humanos. Para abordar este tema, Tola parte de la descripción del nqui’i, capacidad corporal que no se reduce a la noción de alma. El nqui’i puede salir de una persona y entrar en otros cuerpos y modificar su aspecto. Se asienta en el corazón, órgano que permite pensar y sentir. Pensamiento y emociones no son escindibles, ambas provienen del corazón y dan cuenta de la continuidad entre el cuerpo, el pensamiento y las emociones. Se verá que los qom no conciben a la persona como una entidad natural e individual, sino como una “multiplicidad” colectiva en devenir. La corporalidad aparece como un espacio donde la piel no es una barrera que separa un adentro y un afuera, sino que “el cuerpo es pensado como permeable e interactivo en el curso de su existencia”. Dos elementos más se sumarán para definir a la persona corporizada: el nombre, elemento que conecta con otros cuerpos, y el calor corporal, determinante de los cuerpos de las personas humanas.
El séptimo capítulo presenta la actitud hacia la muerte, describe cómo el discurso evangélico se conjuga con las representaciones más antiguas de los tobas; mientras que el último aborda la figura del chamán como medio de conquistas amorosas propias y de terceros. La figura chamánica es entendida dentro del marco de la ideología guerrera de los ancestros, donde los ataques y contraataques son el medio para conseguir poderes. Manifestación extrema del cuerpo abierto, la corporalidad del chamán actúa como persona extensa, capaz de transformaciones, raptos y fusiones, atributos que reafirman a la persona qom como persona múltiple. Finalmente, el capítulo ocho aborda la concepción toba del poder en relación con el cuerpo. Para ello, despliega un análisis sobre el chamanismo (especialmente el chamanismo destinado a la conquista amorosa), el Evangelismo toba y la arena política contemporánea de los qom.
Extracto de la Reseña de Oiara Bonilla (Dra. en Antropología, MUSEU NACIONAL de Rio de Janeiro) publicada en el Journal des Amèricanistes de París en 2012
En esta obra, Florencia Tola ofrece al lector una rica y original descripción etnográfica en su acercamiento temático y teórico a los tobas (qom) del Chaco argentino. La autora realiza un retrato de una sociedad del Gran Chaco estableciendo un diálogo fructífero con las cuestiones teóricas y los análisis más actuales de la disciplina antropológica. Tal como señala Philippe Descola en su prefacio, el gran mérito de esta etnografía es el de poner de manifiesto las particularidades etnográficas tobas y su visión del mundo en toda su complejidad, sin perder jamás de vista su inmersión profunda en el contexto interétnico, económico e histórico complejo y particularmente difícil como es en el que están atravesando las poblaciones amerindias de esta región. La obra se organiza en dos partes que tratan, por un lado, el cuerpo y las personas y, por otro, las relaciones que las componen, las construyen, las conectan y las deshacen. Tal como expresa Descola, el presente libro constituye una muy atractiva contribución a la etnología sudamericana y al dominio en plena expansión de la antropología del cuerpo y la persona al cual aporta materiales y reflexiones particularmente valiosos por su sutileza y originalidad.
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