Es la gran olvidada, ya que su nombre no siempre se menciona entre los grandes creadores de la historia de la moda. Elsa Schiaparelli fue una diseñadora atípica que ejerció una gran influencia sobre todos sus colegas, aunque su nombre no ha permanecido como firma hasta nuestros días. Artista de vanguardia y feminista precoz, Elsa Schiaparelli revolucionó el vestuario femenino y contribuyó al progreso sin cesar. Sus influencias surrealistas, el colorido empleado y su ropa deportiva, desarrollada entre 1920 y 1930, son maravillas de la modernidad.
Schiap, como la llamaban sus amigosi nació en Roma en 1890 en el seno de una familia adinerada, vinculada a la cultura y las ciencias. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de su ciudad natal, y sorprendió desde un principio al publicar un escandaloso libro de poemas eróticos al terminar su carrera. Se marchó a París y allí se casó, a los 18 años, con el conde William de Wendt de Kelor, con quien instaló en Nueva York en 1921 -empapándose, de paso, de toda la modernidad de esa ciudad en plena ebullición- hasta que nació su hija. A poco de nacer ésta, el condelas abandonó a ambas y Elsa se trasladó a París, donde se instaló con su hija, sin tener trabajo.
Abre su primera tienda en 1927, llamada “Pour le Sport” (Para el Deporte) donde expone suéters tejidos combinados en blanco y negro, con un gran lazo blanco y otros modelos. La creadora compartía su dinero con una familia armenia que convertía sus diseños originales en ropa tejida perfectamente confeccionada. Los almacenes americanos Strauss, al ver aquellas elegantes prendas, encargaron cuarenta unidades y la revista Vogue las incluyó en sus publicaciones. Meses más tarde, Elsa Schiaparelli vuelve a arremeter con sus diseños en sweaters, pero esta vez con motivos modernistas.
El indiscutible éxito le permite abrir su primera boutique en plena Rue de la Paix, dirección vecina a la Place Vendome donde más tarde se instalaría Coco Chanel.
Retomando sus antiguas amistades parisinas, retomó contacto con artistas de los movimientos artísticos que bullían en aquellos días, como Francis Picabia, dadaísta, o Marcel Duchamp y Man Ray, del Surrealismo. Animada por sus amigos, Elsa inauguró una boutique en París a comienzos de los años 20 que permanecería abierta hasta 1954, cuando se negó a aceptar los cambios introducidos en la moda después de la II Guerra Mundial. ¿Por qué no quiso unirse a las corrientes de estilo imperantes en la época? Porque ella siempre fue a contracorriente y se alejaba de las convenciones, priorizando las inclinaciones artísticas por sobre las financieras.
Elsa Schiaparelli es la diseñadora del Surrealismo, y trabajó codo con codo con Salvador Dalí, la diseñadora Leonor Fini o Jean Cocteau; el de Cadaqués incluso diseñó para ella una enorme langosta que ella plasmaría en su célebre Lobster Dress. También es muy famoso su sombrero-zapato, detrás del cual está, por supuesto, la calenturienta surrealista mente de Dalí. Elsa mantenía su boutique parisina con bastante éxito gracias a sus innovadoras propuestas: gruesos jerséis tejidos por refugiadas armenias, combinaciones de color inauditas para la época, uso de tonos vibrantes, pasión por las cremalleras y botones..
Este vestido-esqueleto fue diseñado en colaboración con Dalí y pertenece a la colección Circo. Era un vestido de creppe negro trabajado con doble tela rellena con algodón en las zonas que evocnr las costillas , la columna vertebral y huesos de la pierna.
Colección Zodíaco (1938) Terciopelo de seda azul, metal, joyas de fantasía, de plástico, bordado por Albert y Marie-Louise Lesage
|
Su tío Giovanni Schiaparelli fue, un astrónomo e historiador de la ciencia que descubrió los canales en el planeta Marte.La colección Zodíaco de Elsa, 1938/39, fue influenciada directamente por las estrellas, y mantenía una completa sintonía con el movimiento surrealista de París en ese momento. |
Creó una nueva y atrevida elegancia inspirada en el arte y que tenía mucho de teatral y cinematográfico. buscado materiales extraños para la ropa. Ella usó celofán, trabajó con acrílico, hizo camisetas de rayón "Jersela" y otro rayón con hilos de metal llamados "Fildifer", fue la primera en introducir materiales sintéticos en alta costura. También incorporó metal a su ropa, fue la creadora del vestido envolvente y también la precursora del rayón arrugado 50 años antes de Issey Miyake. En 1930 creó la primera chaqueta de gala y los primeros vestidos con cremalleras visibles de colores.Coco Chanel la definió como "esa artista italiana que diseña ropa" ya que era su máxima competidora en aquel momento. Mientras Chanel optaba por la austeridad, Schiaparelli se esforzaba por crear prendas más llamativas, llenas de detalles, con cortes y colores innovadores.
Sus creaciones fueron de las primeras en incluir el color fucsia o el turquesa, solos o combinados, así como materiales nunca antes empleados en la ropa, como el plástico. Fue la primera en crear amplias líneas de trajes de baño y ropa deportiva para la mujer, incluyendo una de falda pantalón para poder jugar al tenis con comodidad.
Su estilo, a veces ofensivo para las damas más recatadas de la época, era muy del agrado de fieles clientas como Wallis Simpson, Daisy Fellowes o Marlene Dietrich. En definitiva, mujeres que no se sometían a las reglas imperantes y que no se conformaban con lo convencional. Incorpora a su firma botones muy originales para la época, joyas y perfumes.
Para crear esta hermosa campaña Schiaparelli colaboró con el famoso pintor e ilustrador Marcel Vertes, mientras ambos estaban en París. La serie funcionó principalmente en la década de 1940 en las revistas femeninas como Vogue y Harpers Bazaar. Vertes era conocido por sus escenas de la vida en las calles de París, y en particular las representaciones de las mujeres y de cabaret. Sus obras figuran en el MOMA, así como los museos de París y Luxemburgo, y su mural en el Café Carlyle en el Hotel Carlyle sigue siendo hoy en día. También trabajó en Moulin Rouge y recibió dos premios de la Academia de la dirección de arte y diseño de vestuario .
|
Cuando terminó la guerra, tras haberse autoexiliado a Nueva York, volvió una vez más a París para continuar con su negocio. Pero el panorama era desolador: la moda volvía al estilo preguerra, imperaba la austeridad y un tal Christian Dior dominaba el mercado. En 1954 se retiró, el mismo año en que su gran rival, Coco Chanel, retomaba su firma. El mundo de la moda ya no estaba hecho para ella; comenzaban los años de sobriedad, elegancia, de blancos, negros y grises en detrimento de la imaginación y el colorido. ¿Qué le debe la moda a Elsa Schiaparelli? La creatividad, la fantasía y la vivacidad.
Elsa murió en 1973, pasando sus últimos días entre París y Túnez. Cabe destacar que su descendencia también ha permanecido ligada a la moda de una manera u otra. Su única hija, Maria Luisa -conocida como Gogo-, se casó con el millonario Robert L. Berenson, padre de Marisa Berenson, actriz y modelo.
La casa Schiaparelli reabrió en 1977 dirigida por un equipo de diseñadores, y hoy continúan vendiendo perfumes y accesorios de una manera bastante testimonial y casi como si fuera merchandising. De cualquier forma, su legado lo podemos apreciar en todos esos visionarios de la moda (John Galliano, Vivienne Westwood, Jean Paul Gaultier, Viktor & Rolf) que continúan rompiendo moldes como Elsa hizo hace ochenta años. |