Joja -apodo que lleva desde la infancia y responde al nombre Johan que no podía pronunciar- toca el piano desde los 4 años, Sus padres trataban de limitar su tiempo con el instrumento sin éxito porque no se cansaba nunca de tocar y jugar con él. Lo que empezó siendo un juego, se convertiría en lo más importante de su vida pues después de estudiar en Hilversum (Países Bajos) y más tarde en la Manhattan School of Music de Nueva York, sigue tan entusiasta como al principio y se ha convertido en un artista que regala gracia y alegría a manos llenas.
Hoy Joja Wendt vive en Hamburgo con su esposa y sus dos hijos. Lee sobre la biología de la evolución en sus ratos de ocio y juega tenis de mesa en la categoría más alta de Hamburgo para mantener cuerpo y mente en armonía. Cuando desea más emoción, se va a esquiar.
Ha realizado exitosas giras por los 4 continentes, visitando Australia, Nueva Zelanda, China, Japón, Singapur, Corea, Indonesia, EE.UU. y Canadá.
El mismo afirma: "Cuando era niño me decidí por un instrumento, el piano, pero hasta hoy no he elegido un género musical". Su selección no se basa en el estilo o época, sino en la calidad y singularidad.
Sazona sus presentaciones musicales con anécdotas divertidas, interludios artísticos y presentaciones ilustrativas. Incluso en los pasajes musicales de máxima concentración, Joja mantiene su sentido del humor, la condición previa para cualquiera de sus apariciones. Un buen concierto es mucho más para él que sólo una brillante actuación, se requiere carisma y presencia, con el fin de atraer a la audiencia: “me di cuenta que uno toca mejor cuando el público se relaja. Creo que la distancia rígida en los conciertos clásicos para muchos es contraproducente. Yo no soy diferente de las personas del público, estoy interesado en la misma música, probablemente tengamos un sentido del humor similar: la única diferencia quizá sea que que yo toco el piano un poco más rápido."
Joja ofrece espectáculos pianísticos en los que no sólo muestra su dominio técnico, sino que hace gala de humor y libertad de improvisación en muchas ocasiones, y siempre totalmente despojado de solemnidad. Esas extravagancias lo han convertido en un artista muy celebrado por públicos de toda edad, que celebra sus ocurrencias y se divierte cuando lo ve –literalmente- jugar.
Como ya han visto en el primer video, puede invitar a dos amigas a jugar ping-pong en el escenario, mientras él toca jazz en el piano sin privarse de revolear la paleta o salir corriendo hacia el otro lado de la red.
Suele invitar a artistas amigos que comparten el escenario con él y ofrecen al público un espectáculo de dos horas y media del que salen felices.
Wendt se siente cómodo interpretando música clásica y jazz , buggy-buggy, blues. Ya sea en "El vuelo del abejorro", "Unchain My Heart", "Honky Tonk Train Blues", "Cantando bajo la lluvia" y "El animador" de la película de culto "The Sting".
Joja Wendt & Sebastian Knauer
El original Joja Wendt hasta ofreció al público un concierto suspendido de un globo aerostático que coronaba el Lago Wolfgang, en Austria.