Los zapatos son el tema de mucha superstición y mito.
Casi cada cultura desde el principio del tiempo ha tenido cierta superstición el rodear de su calzado.
En China, el zapato de un niño se puede adornar con un animal feroz tal como un tigre. El animal simboliza protección contra espíritus malvados.
Una costumbre americana nativa era hacer un agujero en la planta del pie de los zapatos de un infante, esto se consideraba conveniente para dejar escapar a los malos espíritus.
En muchos rituales fúnebres antiguos se enterraba un par de zapatos con los difuntos. Aunque nadie sabe el origen de esta costumbre, quizás la motivara el deseo de salir a caminar cómodamente en la otra vida.
Era una costumbre china sacudir el zapato rojo de la novia sobre la azotea de la casa en su noche de boda como muestra de amor y de armonía.
Una costumbre de la tribu Zuni, del sudoeste de Estados Unidos, era que el zapato de la novia para el día de la boda, estuviera hecho por el novio.
Los Ashanti, del oeste de Africa, cuando un rey muere pintan de negro las sandalias.
Los guerreros japoneses samurai usaron zapatos hechos de piel del oso en la creencia que la fuerza del animal se podría transferir al portador.
En Europa, los zapatos fueron utilizados como elemento mágico favorable para las casas. Cuando una casa se construía, se colgaba un zapato en la pared. Muchos viejos zapatos aún hoy aparecen al demoler viejos edificios.
Según un rito Judaico, el cuñado soltero de una viuda sin hijos está obligado a desposarla. La viuda puede liberarlo de esta obligación quitando públicamente un zapato ritual del halizah de su pie. Él queda entonces liberado de la obligación y puede casarse con cualquier otra persona.
En la fe islámica, los devotos deben descalzarse antes de entrar en una mezquita.