Arte en metal

El uso del metal como elemento artístico es tan antiguo como el hombre mismo. En los primeros tiempos de manipulación de aleaciones y metales, se utilizaban medios y herramientas que se tenían a mano. Particularmente, la forma artística de la pieza a fundir se lograba formando un molde de tierra donde la humeante aleación vertida tomaba su forma definitva. Esta primitiva técnica se ha ido perfeccionando a través de los siglos, en diferentes culturas y usos de los elementos.

Hoy en día algunos de nosotros nos empeñamos en no permitir que ciertas técnicas ancestrales caigan en el olvido. Para eso es necesario mantenerlas vivas, continuando sus procesos de perfeccionamiento, transformándolas, usándolas, enseñándolas.

La fundición de bronce artístico, a través del moldeo a la tierra, es una de las técnicas que la Fundición Fontana se especializa en la actualidad, obteniendo una gran calidad y excelencia en arte en bronce, de la misma forma que se realizaba siglos atrás, pero sumando técnica y herramientas actuales. De esta forma, este antiguo método continúa vivo y en continuo perfeccionamiento.

Un método muy antiguo

Fundir bronce a la tierra consiste básicamente en realizar el molde de la pieza a realizar en dos cajas repletas con tierra. En cada caja se moldea media pieza, dejando el negativo solo hasta la mitad, y realizando lo mismo con la otra caja y con la otra mitad del negativo. De esta forma, enfrentando ambas cajas, se forma un hueco en el interior con el volumen exacto de la pieza. Dicho volumen deberá ser ocupado mas tarde por el bronce liquido, a través de ciertos canales realizados para tal efecto, junto a otros por el cual los gases desalojados deberán salir hacia el exterior.

Para llegar al momento de vertir el bronce, es necesario tomar todos los recaudos para que la tierra quede firme, sin roturas ni partes que cedan ante el movimiento; sin fisuras ni agrietamientos; sin poros ni granos sueltos que podrían malformar la superficie de la pieza. Además, será necesario asegurarse que al momento de cerrar las dos cajas, ambas caras enfrentadas lo hagan correctamente, de modo de evitar corrimientos entre las medias partes.